¿Qué sucede después de una intervención?
El objetivo final de una intervención es tratar de conseguir que la persona adicta sea consciente de que tiene un problema serio y que necesita ayuda, así mismo, dar a los participantes en la intervención la certeza de saber que han hecho todo lo posible para ayudar al adicto.
Es un falso mito la creencia de que el adicto debe llegar a tocar fondo para solicitar ayuda. Una intervención puede realizarse en cualquier etapa o punto de crisis para interrumpir la progresión del problema. Cuanto más pronto el problema se aborda mejor, y una intervención es una forma efectiva de hacerlo.
Si la persona acepta el tratamiento, en ese mismo momento el intervencionista pone en acción el plan previsto desplazándose con el enfermo al centro de tratamiento previsto.
Si la persona no acepta el tratamiento, es necesario que haya consecuencias. El adicto no se puede permitir destruir la felicidad de los demás a causa de sus decisiones, y los participantes deben hacer un pacto firme para comunicar y hacer cumplir los objetivos si el individuo no acepta el tratamiento.
El compromiso del intervencionista no finaliza hasta el momento en que el adicto entra en tratamiento.
La superación de la abstinencia de drogas o alcohol y conseguir una desintoxicación, es sólo el primer paso del tratamiento. La desintoxicación en sí no se considera “tratamiento”, y es considerada casi tan ineficaz como que no hace nada en absoluto para hacer frente a las verdaderas causas de la adicción. Años de estudios revelan que los adictos tienen recaídas si no se busca tratamiento después de la desintoxicación. Sin embargo, al final del proceso de desintoxicación del individuo se le preparará para pensar mejor y más claramente, y entrar en los pasos más importantes del proceso de tratamiento.
IA no hace intervenciones sino van acompañadas de un tratamiento posterior, no tiene ningún sentido como tal.
En un centro de rehabilitación, el adicto se beneficiará de estar entre otras personas que están pasando por situaciones similares y que tienen problemas similares. Los profesionales están armados con las herramientas necesarias para ayudar a las personas a enfrentarse a todas las áreas de su vida que presentan desafíos para su recuperación. Si bien en estado de rehabilitación, las personas normalmente participan tanto en terapia individual y de grupo a fin de que puedan aprender más sobre sí mismos, los demás y la adicción. A través de terapias y otras técnicas de tratamiento, los individuos desarrollan habilidades de afrontamiento y mejores soluciones a sus problemas vitales y por qué no tienen que resolverlos con otro tipo de sustancias. Los consejeros de tratamiento, alientan a la persona a identificar las cosas que tendrán que ser eliminadas de sus vidas una vez que abandonen el centro, como por ejemplo ciertas relacionadas con las drogas asociadas.
IA colabora con los mejores centros de tratamientos nacionales e internacionales, entendemos que cada enfermo tiene un perfil determinado para según qué centros y nuestra independencia nos facilita la mejor elección.
Todas las personas involucradas tienen poco que perder y mucho que ganar
La superación de la adicción no es una tarea fácil, y puede durar varios meses o incluso años para que un individuo se estabilice de nuevo. Cuanto más pronto el individuo comience el tratamiento, más pronto todos los involucrados pueden tener mejoría en sus vidas. Todas las personas involucradas no tienen nada que perder y mucho que ganar haciendo el esfuerzo para ayudar al adicto en su tiempo de necesidad. Si no acepta el don de tratamiento, al menos, los interesados pueden saber que hicieron su parte para asegurarse de que todo lo que podían hacer para salvar al enfermo, se hizo. Los participantes en la intervención pueden rehacer sus vidas de nuevo, porque ya no va a influir el comportamiento destructivo del adicto en sus vidas.
Al final, es responsabilidad del adicto tomar la decisión correcta.