¿Por qué una intervención?

La razón de una intervención, en última instancia, es una medida de salvación debido a que es un proceso que puede interrumpir una adicción potencialmente mortal. Socialmente, existe la creencia de que una persona con problemas de abuso de sustancias no podría obtener ayuda a menos que la decisión de obtener tratamiento venga del adicto. El mayor problema es que la negación es uno de los principales síntomas de la adicción, y que a menudo sirve para evitar que el adicto reconozca que tiene un problema grave.

Una intervención, es un proceso que puede interrumpir una adicción potencialmente mortal

La intervención puede ser la solución más efectiva para un problema de dependencia, porque sería muy inusual para un adicto pedir ayuda, a menos que esté en medio de una crisis, en realidad sería un descuido de la familia y amigos quedarse de brazos cruzados y esperar que estos enfermos “toquen fondo”, que podría significar la muerte. Normalmente, la persona que abusa de sustancias se aferra a la “falsa creencia” de tener el control completo de su existencia caótica.

La razón por la que una intervención pueda ser una solución viable para un adicto y sus seres queridos, se debe a que todos estos individuos pueden sufrir los efectos negativos a causa del problema familiar.

Seres queridos del adicto pueden ver con impotencia como su familiar o amigo viaja en la oscuridad de la adicción a drogas o alcohol y pueden optar por llevar a cabo una intervención, lo que podría motivar a los adictos a buscar tratamiento.

Cuando una persona es incapaz de percibir que un problema de dependencia química, emocional o conductual existe, es poco probable que él sea capaz de tomar la decisión de buscar tratamiento.

La intervención a menudo sirve para interrumpir el camino potencialmente mortal de la adicción, porque cuando un adicto se enfrenta con todas las consecuencias negativas que han transcurrido desde su uso de sustancias, puede estar motivado hacia el cambio. La razón por la cual los seres queridos deben organizar una intervención antes de que el adicto en realidad “llegue a su final” se debe a múltiples causas como la perdida de trabajo, problemas judiciales o sanitarios. Intervenir ante una crisis importante puede ser justo el impulso vital que un adicto necesita antes de hundirse hasta un punto que podría ser irreversible.

Los beneficios de una intervención se correlacionan directamente con el grado de esfuerzo y tiempo que los seres queridos de un adicto están finalmente dispuestos a invertir en el proceso.