Mi camino hacia la intervención familiar

Este proyecto se lo dedico con todo mi corazón a mi familia: a mi madre, a mis dos hermanas y, de manera muy especial, a mi padre, quien falleció en 2007. Ellos han sido siempre la razón por la que mi vida cobra sentido. Tras haber atravesado una de las adicciones más destructivas, hoy tengo el privilegio de estar vivo y sumar mi granito de arena para acompañar a quienes sufren esta enfermedad crónica, progresiva y mortal.

Mi familia nunca dejó de tenderme la mano, brindándome un amor incondicional que me sostuvo en los peores momentos. Estoy convencido de que, si hubiera existido un servicio como este en aquel entonces, mi enfermedad no se habría prolongado tanto.

Estudié fuera de España, donde obtuve una licenciatura en Business Administration, y más tarde otra en Marketing, además de un máster en esta área ya en España. Durante años trabajé en el sector, pero mi vida dio un giro radical cuando comprendí que mi verdadera vocación era acompañar y ayudar a quienes luchan contra las adicciones, así como a sus familias. Por eso decidí formarme y dedicarme a esta misión, con el deseo profundo de transformar el dolor en esperanza.